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Mostrando entradas de diciembre, 2012

Los Caminos de la Vida.

Escuchaba hoy mi programa de radio favorito, llamado Tierra Firme, me cautivó una parte que no puedo dejar de compartir. El programa de la fecha se llama "los caminos de la vida". Salvador Dellutri relaciona el tema de las decisiones, el sentido de la vida, la fe, el talento. Recomiendo escucharlo, dejo el enlace al final para que los curiosos le metan el oído al track que puede descargarse rápidamente. No tiene desperdicio alguno, y más si estás buscando el enfoque de tu vivir. El extracto textual que quiero compartir del programa es este:   Salvador Dellutri:  "Termino recordando a Amado Nervo. Amado Nervo fue un gran creyente, en un tiempo de mucha incredulidad. Y él escribió un poema que dice  Por cada hombre  que duda, mi alma grita “yo creo” y con cada fe muerta, se agiganta mi f e.  Al final de la vida, luego de grandes reveses y grandes sufrimientos, escribió este poema que creo que tiene que ser el final de nuestro programa de hoy:  Veo al

El centro de gravedad:¡Reducción de la producción!

Nota:  Lo siguiente es sólo un  fragmento de un artículo de Alfredo Maneiro escrito hace casi 40 años. Sólo publicaré una parte relativa a la dependencia petrolera. Alfredo Maneiro fue un hombre con una visión política sumamente aguda, entregado a ninguna conveniencia y abocado en la totalidad de su vida a la lucha por generar espacios de encuentro de los iguales, de los referentes, de gente con necesidades comunes insatisfechas. Alfredo se preocupó por la consolidación de una estructura orgánica que entretejiese los esfuerzos de todos los elementos humanos (universidad, trabajo, comunidad en general, etc.), y generar un planteamiento práxico que fuese más allá de la desgastada centro-izquierda reformista de su época que descaradamente se conformaba junto a sus verdugos y socios puntofijistas de denunciar la corrupción siendo ellos los primeros corrompidos y corruptores de una sociedad descompuesta que profundizaba su agonía gracias al fortalecimiento de una estructura fiscal y eco

¡Notas de un PEO! Adios Lío.

Esta publicidad acerca de nuestro slogan electoral en 2009 no duró más de 10 horas en  la pared. Aun desconocemos quién lo arrancó. Eso siguió evidenciando la legitimidad de nuestra idea. (A la derecha: Emilio) Recuerdo que un grupo de compañeros muy orientados al estudio me invitaron a una reunión para conformar un grupo político en la escuela de Ciencias políticas de la Universidad de los Andes. Era algo así como febrero del 2009. Para esa época acababa de concursar para preparador de metodología. <Había que conseguir credenciales>, pensaba yo. Lo que jamás pensé fue que esa primera reunión se extendería a dos reuniones más, y luego otra y otra, sin determinar una política concreta. Pero eso si, en cada reunión se discutía que nombre llevaría el nuevo grupo político de pensadores poco practicantes de la política (área que paradójicamente estudiabamos). Un infiltrado que apenas una o dos veces en la vida había visto (infiltrado porque más que pensador de la política era ej

Av. 20

(Poema escrito por mi amigo Marcos, hermano de trinchera en las residencias masculinas, desde la Habitación 301) Av. 20 Déjame dos besos en la Avenida 20 de Barquisimeto, uno para olvidarme otro para malgastarlo en las noches impares de La Cibeles; en Mérida sobran. Aquellas veces en que eras el ábaco del mundo descontando los lunares de tu espalda en manos mías a contraluz del cristal de esta oficina, mientras allá afuera el mundo cabe en la Ruta Nro. 7 que pasa por el aeropuerto Jacinto Lara. Tenía la nariz arqueada la mujer que me enseñó a completar soledades detrás de la barricada. No es casualidad que te enumere en el álgebra de los días cuando camino por la Av. Vargas y la ciudad me mira con buhoneros y sucursales, quizás sea así en otra ciudad sin embargo en Barquisimeto la vida, al menos la mía, es igual a dos besos de ella. Una pequeña referencia acerca del autor: (extraída del Blog: Librería Sónica) Ma

Mandamiento 1 / Amarás al ambiente como a ti mismo.

La exaltación del “yo” en esta era es directamente proporcional a la degradación del Ambiente. Este “yo”, no es una simple manifestación de una justa valoración que se hace el hombre en consideración a su condición humana, más allá de una dignificación, es un bizarrismo de lo que debe ser su auto-amor. Sin embargo, es un amor fuerte el que se auto-manifiesta, fundamentado en un egocentrismo y un narcisismo creado por la naturaleza social en la que está inmerso. Naturaleza que no es muy natural, pero que es la condición que lo rodea desde su nacimiento. Especialmente el hombre joven y adolescente es el más vulnerado por la enfermedad del “yo”. Ahora bien, ¿puede esa profunda patología narcisista dar cancha a ese adolescente y joven para que done un poco de sus reservas de amor a su principal fuente de insumos: el ambiente? No es fácil, más cuando se comprende que sus motivaciones y pensamientos están orientadas por una alienación programada. Quizás toda alienación sea programada; e