Últimamente he conversado con algunos amigos acerca de la naturaleza del hombre, naturaleza pasional para algunos. Sólo quiero plasmar algunas ideas y abrir el tema para profundizar en otra ocasión. Desde pequeños hemos oído acerca del hombre lobo. La historia aquella en que un joven de algún lado de París en días de luna llena se transforma en un salvaje híbrido de animal y humano que desata sus pasiones más salvajes en la medida que transita por las calles solitarias de la ciudad. Me llama la atención la historia porque estoy casi seguro que la historia es alegórica a la naturaleza social del hombre mismo. Digo social porque el blanco del hombre lobo era principalmente otros humanos, pero más allá de eso de desplegaba en sus escenarios atentando contra las jaulas que la misma sociedad le ponía en su vida normal. Cuidado si su vida normal no debió ser su estado de lobo. A veces pienso que cualquiera que esta a mi alrededor puede ser un hombre lobo, y que yo mismo lo soy. No es necesario convertirse en lobo, sólo basta con observar y detallar nuestros más atrevidos pensamientos en las noches de soledad, esas noches en las que los pensamientos suicidas taladran nuestra mente, esas noches en que la pornografía, la prostitución, la ansiedad sexual, los más profundos rencores, el más patético estado de ocio, y para muchos, la más cruel ansia de matar, son la mejor compañía de la luna llena llamada intimidad. Pero ser un hombre lobo, digo, estar bajo la condición de ser humano, no es un asunto maniqueo, sencillamente es parte de la vida. Las conclusiones éticas, morales, científicas acerca de este tema no se deben acelerar, sencillamente es necesario empezar a profundizar.
Daniel T.
Hombre lobo en París:
Esta buena la reflexión, tiene bastante de cierto, pero a nosotros los hombres y mujeres que a veces nos convertimos en lobos, no es sólo por los pensamientos esquizofrenicos, sino también por lo que desefrenaba al Hombre Lobo cuando "se desplegaba en sus escenarios atentando contra las jaulas que la misma sociedad le ponía en su vida normal."... Porque realmente vivimos "en una jaula de cristal" que nos aprisiona y coarta nuestra dulce libertad!!! Convertirnos en lobos es realmente necesario.
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