A finales del año 2011, con la colaboración de muchos compañeros y compañeras con extraordinarias capacidades, logré dirigir un proyecto editorial para la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Los Andes en Mérida, Venezuela. La intención que sustentaba este Periódico era dejar un antecedente del contexto en el que estábamos inmersos como estudiantes que hacíamos vida activa en la política estudiantil. El producto fue lo que a continuación pueden leer en el sitio Issuu.
Panagulis y Oriana durante la entrevista, Atenas 1973 Aquel día tenía el rostro de un Cristo crucificado diez veces y parecía tener mucho más de treinta y cuatro años. Sobre sus pálidas mejillas se marcaban ya algunas arrugas, entre sus negros cabellos asomaban ya mechones blancos y sus ojos eran dos pozos de melancolía. ¿O de rabia? Incluso cuando reía, no creía en su risa. Por lo demás, era una risa forzada que duraba poco, como el estallido de un disparo. Inmediatamente sus labios volvían a cerrarse en una mueca amarga y en aquella mueca buscaba en vano el recuerdo de la salud y de la juventud. La salud la había perdido, junto con la juventud, el día en que lo ataron por primera vez al potro del tormento y le dijeron: "Ahora sufrirás tanto que te arrepentirás de haber nacido». Pero te dabas cuenta en seguida de que no se arrepentía de haber nacido, de que no se había arrepentido nunca y de que no se arrepentiría jamás. En seguida te dabas cuenta de que es uno de es...
Son la 1:28 am y aquí sigo en mi afán de estudiante de no dejar de trasnocharme entre libros y café. Por casualidad me consigo con este blog y me trae muchos recuerdos de nuestro paso por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, de los sueños y aspiraciones de aquellos días, que aunque no fue hace mucho tiempo, en este país se han convertido en siglos y, teniendo la oportunidad de mantenerme en el ámbito universitario, puedo dar fe de los cambios tan rotundos que ha enfrentado nuestra universidad y nuestra facultad, cada vez más solitaria, en particular de aquellos jóvenes que con poco dinero pero mucho talento (como el creador del Parlante y de este blog) se atrevían a luchar por una meta, por un deseo, el deseo de ser universitarios, de abrir su mente a conocimiento, al pensamiento critico, al deseo de dejar de ser pobres, no solo económicamente sino también intelectualmente.
ResponderEliminarUn saludo amigo, hoy más que nunca a los universitarios nos hace falta un parlante para que se nos escuche bien fuerte.