Últimamente al querer juzgar a
alguien de #desequilibrado, recuerdo que no hay ser perfecto
en el mundo. Y pienso también que todos tenemos algo de desequilibrio en la
vida. Sin complicarme mucho defino la falta de equilibrio como un estado en el
que ciertos #complejos dominan las motivaciones, pensamientos
y conductas de los seres humanos.
Los complejos son esas percepciones
que uno mismo y los demás hemos construido acerca cómo nos vemos, quiénes somos
y qué valor tenemos. Los complejos nos alejan de experimentar una vida plena en
todos los sentidos. Los complejos nos hacen ser personas inseguras, nos imponen
límites en nuestras #aspiraciones (si es que las llegamos a tener), y
por consiguiente, entorpecen nuestra dinámica relacional. Esto último es lo más
triste del caso, pues la vida carece de sentido cuando terminamos aislados y
frustrados en nuestros intentos por #socializar.
Una vez, víctima de mis complejos,
me detuve en la calle y por primera vez decidí tener un diálogo interno conmigo
mismo, me puse de acuerdo con esa parte de mí que no estaba en sintonía con mis
deseos. Creo que fue una especie de "conocerme a mi mismo". Y es que
es necesario revisamos antes de juzgar a otros. Quien no está en capacidad de
mirar su corazón y su mente, lamentablemente no puede tener #consciencia de cuáles son los complejos que lo
alejan de ser una persona equilibrada.
Somos equilibrados cuando cultivamos
un #carácter que nos guía a respetar al #prójimo, a la #naturaleza, a #Dios,
y a uno mismo. No hay contradicción en ello. La plenitud solo será producto de
una transformación de nuestro ser mediante la renovación de la mente. Solo así
conoceremos la voluntad de Dios, la cual es buena, agradable y perfecta. No hay
complejos ni culpas en ella. Solo plenitud de gozo en medio de las
tribulaciones y la escasez.
No es fácil. Los hábitos de nuestra
vida fueron gestados en años, ni cuenta nos dimos de cómo nos moldeó la
escuela, los vecinos, la calle, los mass media, cada empleo, nuestras
relaciones en general, entre otros entornos más. No obstante, estar vivos es la
razón que nos dice que la plenitud puede ser construida en nuestro #ser.
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